e martë, 26 qershor 2007

CONCLUSIONES SOBRE LA ASIGNATURA: CULTURA VISUAL Y CRISIS DE LA MODERNIDAD.

Un apunte:


“Qué significa “la sociedad de la información” para el 75 por ciento de la población en el mundo subdesarrollado? ¿Para qué sirven las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones a los 1 200 millones de personas que soportan la pobreza extrema, a los 842 millones de hambrientos y a los 2 400 millones carentes de saneamiento básico? ¿Qué harían con una computadora los 854 millones de adultos que no saben leer ni escribir y los 115 millones de niños sin acceso a la educación? ¿Cómo la usarían los 2 mil millones que no disponen de energía eléctrica? Mucho ha logrado el hombre en las ciencias y las tecnologías desde el comienzo de la historia. Impresionan los descubrimientos del último siglo y su incesante dinámica. Pero lo realmente sorprendente es el contraste entre el progreso material reservado sólo a algunos, y el atraso cada vez más agudo en el desarrollo del humanismo y la solidaridad”


(Ricardo Alarcón,
Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba,
en la primera Cumbre Mundial
sobre la Sociedad de la Información)



El sujeto es “ninguneado” hasta su eliminación. La interactividad sustituye a las relaciones interpersonales. La realidad globalizada se convierte en una suerte de “diáspora mediática” de-sujetada, sin sujeto de la acción transformadora, sin sujeto del sueño, de la utopía social. Un territorio en el que todo parece posible y todo el mundo es nadie. Un mundo en el que “...no es el pueblo o el grupo familiar amplio, ni siquiera la familia nuclear o la pareja, lo que constituye la célula básica de la sociedad, sino el individuo – el ciberindividuo en realidad - ...la mayoría de los lugares y tiempos de la vida colectiva van desapareciendo... la vida social se reduce a una circulación cotidiana entre dos polos: el trabajo y la casa... se invade el domicilio, tanto para actividades de compra, como de entretenimiento o incluso de trabajo... una especie de terminal global de información y comunicación” [1]
Después de un paréntesis relativamente corto el caos vuelve a acecharnos. La crisis de la modernidad recibió su bautizo oficial en 1989, la caída del muro de Berlín, sin embargo su periodo de gestación se ha prolongado a lo largo de todo el siglo XX, y sus huellas se encuentran en las numerosas guerras, catástrofes ecológicas, atascos diarios,...
Esta crisis viene, quizá, a clausurar el proyecto de la modernidad (que también tiene fecha oficial de nacimiento, 1789), a saber, controlar racionalmente la vida social por medio de la construcción de espacios (democracias representativas, mercados) abiertos a las decisiones de los grupos sociales en los que se concentra el poder económico y político.
La modernidad pretende controlar su destino condenando al azar a una vida extramuros.
Esa muralla es la que empieza a resquebrajarse y por entre las grietas penetra el mudo testigo de todo quehacer humano: el azar.
La crisis de la modernidad es la crisis de sus supuestos: sujeto, historia y razón. Los sujetos, dotados de una identidad, construyen racionalmente un proyecto de sociedad que se desplegará a lo largo del discurrir histórico acorde con sus intenciones y con sus rasgos identitarios.



He aquí el proyecto moderno....


[1] Mercier, Plassard, Scardigli “La sociedad digital. Las nuevas tecnologías en el futuro cotidiano”. Barcelona. Editorial Ariel S.A. 1985. pp-52-53.



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